ASTIGIA

Estas monedas son las que entrego en el bar cada dia que me acerco a almorzar. Son las monedas que me he ganado con mi trabajo. Hasta aqui todo parece normal pero, a veces no resulta tan normal. Me explico: Si bien constituye una rutina este proceso diario no siempre el almuerzo me sienta bien, pues en ocasiones y son muchas, acabo con una mala digestión, siendo el motivo de ello que me olvido de dar las gracias de ello al Señor como al verdadero dador de esta bendición . Pues eso que hay que dar las gracias a Dios por todas las monedas que nos dá. Esto me hace pensar ? No todos almuerzan. Desde este momento algun dia me quedo sin almorzar para saber que es lo que se siente. <a href="http://lh5.ggpht.com/-OZVD_LlL1NE/UkkygGzHsvI/AAAAAAAAAC8/2hbqGaoHnoo/s1600/CAM00040.jpg"

Se dice que los que rezan son unos pocos..que lo normal es vivir el día tal como viene, sin preguntarse apenas de porque de las necesidades diarias. Se dice que la vida es una mezcla de circunstancias que han aparecido al azar y que a cada uno le ha tocado su suerte y tiene que apañarse con ella. Se dice que si hubiese un Dios no sucedería todo lo malo que nos pasa y que no habría enfermedades ni guerras. Porque a Dios se le supondría  todo lo mejor. Se dicen tantas cosas y se guarda tan poco silencio. Es en el silencio cuando Dios nos habla a nuestro corazón y es a través de la oración cuando nosotros le hablamos a El. En el silencio de la oración nosotros desaparecemos como algo separado y nos unimos a Todo lo Inmenso. Se dice que eso de rezar es para unos pocos y que no importa lo que pidamos porque nadie nos escucha. Si fuera asi porque entonces no dejamos de pedir la salud, la suerte y el exito.¿A quien le pedimos que mejore nuestra vida al Invisible desconocido?

Las rocas no son tan duras Estuve en la playa y me sorprendió ver de como las piedras tenían formas redondas, originadas por los vaivenes de las olas.Estaba viendo algo natural y me preguntaba si eso mismo me pudiera suceder a mi corazón, que se hiciera dócil y redondeado por los vaivenes de la vida y que no mostrase las aristas y las durezas que suelo dar a los demás.